Fartons artesanales

Comer fartons en Calafell

Cuando vienes a Segur de Calafell, esa joya costera de Tarragona, lo que buscas es disfrutar: pasear, relajarte, saborear algo rico al atardecer. Y si ese “algo rico” es un bollo esponjoso, recién hecho, con un glaseado que brilla bajo la luz de la terraza… mejor aún.

Aquí te proponemos venir, sentarte en nuestra heladería-artesanal, y acompañar nuestro helado o café con uno de esos bollos alargados tan queridos: los fartons. Porque sí, aunque su origen esté en la Comunidad Valenciana —más concretamente en Alboraya— desde Heladería Segur de Calafell queremos que puedas disfrutar de esta experiencia también por aquí.

Para ello, hemos adaptado la técnica artesanal: masa tierna, fermentación pausada, glaseado justo para que el bocado sea ligero pero con carácter. Y lo mejor: acompañado de tu bebida preferida, o incluso solo, mirándote la playa, pensando que “hoy me merezco un capricho”.

Cuando hablamos de comer fartons en Calafell, no estamos con ello diciendo algo anodino: te estamos invitando a una experiencia. Un dulce que no solo se come, sino que se saborea, que se disfruta con calma, que se comparte.

Comer fartons artesanales en Calafell

La palabra “artesanal” es clave. Porque mientras que muchos sitios ofrecen bollería industrial, nosotros apostamos por lo hecho a mano, o al menos lo más cercano que puede estar a ese ideal: masa amasada sin prisa, horneado con mimo, glaseado justo antes del servicio para que mantenga ternura… Así definimos nuestros fartons artesanales.

Y no es solo sentir la textura; es el olor que se extiende por el local cuando salen del horno, la ligera corteza que cede al primer bocado y se transforma en esponjosidad. Es la satisfacción de mojarlo (sí, aquí también lo mojas) en tu bebida favorita. Y es la mirada de quien comparte contigo, y pide otro.

En la heladería lo tenemos claro: ofrecer comer fartons artesanales en Segur de Calafell no es solo cuestión de ponerlos en vitrina, sino de explicar al cliente su origen, su porqué. Y es que esos bollos alargados tienen tras sí una historia que merece que se cuente.

Y precisamente por eso, si estás pasando el día en Calafell, te invitamos a que hagas una pausa. Deja el móvil, si quieres síguenos en redes, pero más importante: ven y prueba. Entra, pide tu helado favorito, o tu café, o tu bebida escogida, y acompáñalo con uno (o dos) de nuestros fartons artesanales. Y si te dicen que es especial… pues lo es, lo hacemos con cariño.

Fartons y horchata

Vamos a retroceder un poco para entender el dulce. Los fartons tienen su origen vinculado a la bebida tradicional valenciana horchata de chufa. Se dice que en los años 60 del siglo XX, los productores de horchata en Alboraya buscaban un bollo esponjoso, absorbente, que se adaptara perfectamente al vaso de horchata. Y lo encontraron en esta forma alargada, la textura tierna, el glaseado brillante. Heladería segur de Calafell L' Artesà

¿Por qué es importante? Porque esa historia le da valor a lo artesanal: no es solo un bollito cualquiera, es un compañero tradicional de una bebida ligera, refrescante. En nuestra heladería adaptamos esa tradición: aunque aquí no siempre tomes horchata, la esencia está en un producto que absorbe, que acompaña, que suma.

Y te va a encantar. Piensa en un domingo por la mañana, terraza al mar, un café recién hecho, y ese fartón que puedes mojar, que puedes saborear. Esa combinación es capaz de transportar al paladar a la costumbre mediterránea, al “slow food” simpático que invita a disfrutar sin prisa.

Así que si te apetece saborear algo con historia, y al mismo tiempo dentro del marco de la costa tarraconense, la propuesta es clara: ven a comer fartons artesanales en Segur de Calafell, descubre por qué ese bocado funciona, y déjate llevar.

Fartons con chocolate desecho

Ahora damos un pequeño giro porque sabemos que en una heladería/o local de repostería esto puede subir de nivel: ¿qué tal si ese fartón se acompaña o se sumerge en un generoso vaso de chocolate caliente, o en una crema de helado de vainilla que al contacto se funde, o un coulis de frutos rojos que equilibra el dulzor?

Las versiones modernas de los fartons lo permiten. Tradicionalmente con horchata, cierto. Pero también con bebidas calientes, como chocolate a la taza o café con leche. Wikipedia+1 En Heladería Segur de Calafell L’ Artesà lo vemos como un plus: imagina venir y decir “quiero un fartón con chocolate, por favor”, y nosotros te servimos un vaso de chocolate deshecho bien cremoso, en el que mojar tu bollito hasta que quede justo en su punto.

Este maridaje apelará a tu lado más goloso, y puede convertirse en tradición. ¿Te imaginas venir por la tarde, después de la playa, con tu familia o con tu pareja, y pedir esa combinación? El panorama se completa con una copa de helado, un sundae, un batido… y ese fartón que está ahí para absorber, para disfrutar.

Porque en Heladería Segur de Calafell nos gusta adaptar: podemos mantener lo clásico —comer fartons artesanales en Segur de Calafell con horchata o bebida fresca—, pero también dar ese plus creativo que convierte tu merienda en un pequeño “evento”.